Un joven muy educado me pregunta: "¿hablamos?". Le respondo con un gesto, un giro de cabeza de izquierda a derecha, mientras le sonrío. Yo también soy educado. Y, sin decir ni mu, me pongo a hacer fotografías de quienes sí están en la conversación.
Un joven muy educado me pregunta: "¿hablamos?". Le respondo con un gesto, un giro de cabeza de izquierda a derecha, mientras le sonrío. Yo también soy educado. Y, sin decir ni mu, me pongo a hacer fotografías de quienes sí están en la conversación.